sábado, 15 de junio de 2013

Beatriz Díaz

La soprano asturiana Beatriz Díaz ha recorrido un gran periplo desde su idílico Boo, el pueblo que la vio nacer, hasta los mejores teatros españoles e internacionales. Después de su debut en varios de los templos italianos más importantes bajo batutas como las de Riccardo Muti o Daniel Oren, visita cada vez con más frecuencia nuestro país. Podremos verla próximamente como Musetta en La Bohème en Las Palmas de Gran Canaria, papel que le ha dado muchas satisfacciones antes de volver a su querido Oviedo con la Norina del Don Pasquale donizzetiano.


JALEA: Estás ensayando de nuevo Musetta, ¿se ha convertido en un papel fetiche para ti?
Beatriz: Efectivamente Musetta es un papel que me ha acompañado desde el principio de mi carrera y al que tengo especial cariño porque me ha dado grandes satisfacciones y ha sido mi "carta de presentación" en varios teatros. Es un rol muy agradecido que te permite enseñar múltiples registros y con gran protagonismo en el segundo acto. La Bohème es una de mis óperas preferidas, la música de Puccini me emociona especialmente.

JALEA: En España ya pudimos escucharte en este rol en Sevilla, en aquella clásica producción de John Copley del Covent Garden, que si no me equivoco era la última vez que se montaba, antes de su destrucción...
Beatriz: Tuve el placer de participar en La Bohème del Teatro Maestranza con un reparto fantástico. La producción, ciertamente era, si mal no recuerdo, del año 1974, ambientada el 1830 y para mí tenía un encanto especial. La Bohème tiene un argumento que se puede desarrollar en cualquier época, ya que son un grupo de jóvenes que intentan sobrevivir y donde se incluyen historias de amor y desamor. Todas las producciones en las que he participado han sido en periodos históricos diferentes y esto me ha obligado a tener diferentes visiones del personaje, ser versátil. Con referencia a la destrucción de la producción de John Copley tengo buenas noticias, creo se repone en el Covent Garden en 2014, ¡cuarenta años después de su estreno! Esa es la prueba de que las cosas, si están bien hechas perduran en el tiempo.

JALEA: Una de tus maestras está directamente relacionada con esta ópera, la gran soprano Mirella Freni. ¿Qué te ha aportado?
Beatriz: Para mí ha sido un lujo poder trabajar con mi admiradísima MirellaFreni. Nunca imaginé que llegaría a estudiar con la soprano que no me cansaba de oír desde que descubrí el canto. Ha sido un privilegio poder trabajar con ella óperas como Turandot, Bohème, Faust... que ha cantado cientos de veces y conoce a la perfección los entresijos y dificultades que se esconden en la partitura. Es de agradecer que personalidades tan importantes en la historia de la ópera inviertan parte de su tiempo en transmitir su buen hacer a las nuevas generaciones. Además para mí supuso mi entrada en Italia, país donde se me han brindado muchas oportunidades.

JALEA: Ella era una referencia en el rol de Mimì. ¿cuándo te gustaría dar el salto a este papel?
Beatriz:Creo que mi debut como Mimì está cada vez mas cerca. Llevo años madurando y estudiando el rol. Sería un sueño cumplido poder interpretar Mimì, será para mí, sin duda, un día muy especial que siempre recordaré.
JALEA: Tras triunfar en Italia se te abrieron las puertas de los teatros españoles, ¿crees que es un proceso natural o en nuestro país se espera muchas veces a que una carrera venga respaldada por citas internacionales?
Beatriz: Pienso que cada carrera es diferente y cada uno tiene una opinión distinta acerca de este tema. Cierto es que tenemos una cantera en España de cantantes estupenda y habrá cantantes muy respaldados y otros no tanto. De todas formas es fundamental irse fuera para ampliar tus horizontes, conocer diferentes culturas, estilos, modos de trabajo, idiomas... Todo suma. En mi caso concreto elegí Italia porque gran parte de mi repertorio es italiano y quería vivir y beber la cultura de la"cuna de la ópera". Una vez allí comenzó a salir trabajo y empecé a cantar mucho en ese país. En España siempre que he podido y me han llamado he estado encantada de venir. Creo que son ciclos, pero sinceramente he de decirte que me siento querida en mi país. Que en España cantan muchas veces extranjeros es cierto pero también pienso que en Italia la extranjera era yo... Aunque la música, como espectáculo, también responde a ese nuevo concepto de mundo globalizado y sin fronteras en que vivimos.

JALEA: ¿Qué experiencia has ganado de trabajar con grandes directores como Riccardo Muti?
Beatriz: Trabajar con directores como él ha supuesto un gran salto cualitativo en mi carrera. El trabajo con el Maestro Muti ha sido muy enriquecedor, ya que es un director que te exige estar al 100% además de una lectura minuciosa de la partitura. Cada ensayo es una Master Class. Consigue crear atmósferas especiales con la orquesta y hace que tu te contagies de ese sonido divino.

JALEA: La próxima temporada volverás a la Ópera de Oviedo. Supongo que es muy reconfortante sentir el apoyo de los más cercanos. ¿Podría decirse que en este sentido eres profeta en tu tierra?
Beatriz: El público asturiano a lo largo de estos casi once años que me llevan escuchando me han demostrado su apoyo y cariño en reiteradas ocasiones. Recuerdo con especial cariño mi participación en Un ballo in maschera como Oscar y el año pasado con Liù en Turandot donde no pude evitar reprimir las lágimas debido a la emoción por los aplausos que me dedicaron. Además son muchas las distinciones que me han otorgado como la Medalla de Oro del concejo de Aller, Premio del "Camerino 22 al Personaje de la Temporada", Dama de mérito de la Orden del Sabadiego e incluso la "Condecoración de Honor" del Centro Asturiano de Buenos Aires debido a mi estancia allí para cantar Gianni Schicchi en el Teatro Colón. La verdad que no me puedo quejar del cariño que me muestran.

JALEA: Acabamos de verte en el Teatro de la Zarzuela y con un título bien especial: Viento es la dicha de amor. ¿Cómo te has sentido cantando barroco?
Beatriz: Pues ha sido una experiencia nueva que dista un poco de mi repertorio habitual, me ha enseñado cosas nuevas y me ha enriquecido como artista. Además he tenido la oportunidad de trabajar con un director referente en el barroco como es Alan Curtis y con la maravillosa Orquesta Barroca de Sevilla. La versatilidad creo que debe ser una característica del cantante debiendo enfrentarse a diferentes repertorios.

JALEA: Aunque a nivel musical era una versión historicista no podría decirse lo mismo de la escena. ¿Cómo fue el trabajo de esta dramaturgia completamente nueva?
Beatriz: Cada día las puestas en escena son mas innovadoras. Ciertamente en esta producción se mezclaba música barroca con una escena actual que resaltaba el deseo y el erotismo. Andrés Lima ha trabajado con nosotros a nivel actoral desde el sentimiento para transmitir la emoción. Ha sido para mí un trabajo diferente e interesante y muy especifico.

JALEA: ¿Qué nuevos proyectos te esperan y cuáles estás deseando que vengan a buscarte?
Beatriz: En lo que resta de año me espera Carmina Burana con La Fura dels Baus, mi presentacíón en Japón y mi debut como Norina en Don Pasquale en el Teatro Campoamor dirigida por M.Conti. Proyectos que me encantarían serían Mimì y, con un margen de tiempo, Traviata.




http://www.beatrizdiazsoprano.es 

lunes, 25 de febrero de 2013

Damián del Castillo




 ¿Quién dijo crisis en la lírica para los cantantes emergentes? La agenda del barítono Damián del Castillo comienza a llenarse de compromisos como resultado de una preparación exquisita y de la satisfacción que ha suscitado el trabajo bien hecho en sus últimas apariciones en la escena nacional e internacional. Tras enfrentarse con el difícil ciclo Winterreise vuelve a la ópera interpretando Silvano de Un ballo in maschera en Las Palmas y más tarde debuta Germont de La Traviata en el mítico Sao Carlos de Lisboa.

 
JALEA: Tienes una preparación muy extensa en varias escuelas, entre ellas la Reina Sofía de Madrid. ¿Cuándo termina un cantante de prepararse y puede considerarse preparado para el mundo profesional? 
Damián: Soy de la opinión que un cantante permanece a lo largo de su carrera en constante formación. El canto, como cualquier otro instrumento, es una disciplina exigente que no permite relajarte y como un deportista, te obliga a estar siempre en forma. Una buena formación musical y técnica desde la base, teniendo como punto clave la guía de un buen profesor, es lo que a mi juicio determina si un cantante está listo para el mundo profesional. La confianza en un profesor debe ser máxima y tanto su opinión como las propias sensaciones personales, marcarán el camino de la carrera profesional.

JALEA: Eres natural de Úbeda y tuviste en tu comunidad varias oportunidades al comienzo de tu carrera, por ejemplo gracias a un concurso...
Damián: Aunque en Úbeda comenzara mis estudios musicales (tocaba la trompeta), mi formación vocal se desarrolló en Málaga, ciudad a la que considero mi "segunda patria", pues allí conocí el mundo de la ópera formando parte del coro y realicé los estudios superiores de canto con la profesora Alicia Molina, que me ayudó mucho en mi formación vocal. Tras mi paso por la Escuela Reina Sofía, tocaba el más difícil todavía, esto es, intentar introducirme en el mundo profesional y los concursos -que he de reconocer que no me agradan demasiado- pueden ser una buena oportunidad para los que empezamos.
Así llegó el Certamen de Canto "Nuevas voces" de Sevilla, en el que resulté ganador. Dos hechos significativos en mi formación que precedieron al éxito en este concurso fueron, por un lado, conocer y trabajar con mi profesor actual Carlos Chausson y estudiar a fondo el repertorio en lo que  me has servido de gran ayuda.
Por ello, considero Andalucía como el epicentro de mi vida personal y artística, pues en Úbeda, aparte de ser mi ciudad natal, en la que tengo a toda mi gente querida, cuento con la suerte de participar en muchas ocasiones en su prestigioso y consolidado Festival de Música; Málaga, por ser la ciudad que me acogió para mi formación vocal; y Sevilla, por ser el punto de inflexión del inicio de mi carrera profesional.

JALEA: ¿Y qué supuso este certamen? Este concurso te abrió por ejemplo las puertas del Teatro de la Maestranza de Sevilla…
Damián: Existen muchos concursos de canto cuyo aliciente es solamente el factor económico (que siempre viene bien, por qué negarlo) y ahí queda la cosa. Considero mucho más interesantes para los cantantes que empezamos, propuestas como las que hace la Asociación de Amigos de la Ópera de Sevilla, que han logrado comprometer al Teatro de la Maestranza para dar una oportunidad a los ganadores del concurso. 
De esta forma se me abrió la puerta de este gran Teatro y, efectivamente, ya he tenido la enorme suerte de pisar sus tablas en dos ocasiones: la primera con The telephone, de Menotti, que fue una experiencia magnífica; y la segunda, en la ópera Cristóbal Colón, de Carnicer que, aunque fue en versión de concierto, pude también disfrutar al máximo en compañía de grandes cantantes. Como no hay dos sin tres, el Teatro recientemente me ha brindado otra oportunidad y estaré el próximo junio en la producción de Rigoletto, compartiendo escenario nada menos que con Leo Nucci o Celso Albelo, entre otros.

JALEA: Pero, ¿se está haciendo bastante por las voces jóvenes?
Damián: Considero que es la hora de apostar por las voces jóvenes y dar más oportunidades. La crisis está haciendo verdaderos estragos en muchos teatros que se ven obligados a recortar su presupuesto considerablemente y este hecho, aunque dramático, puede beneficiar de alguna manera a los jóvenes que empezamos, pues lejos los teatros de poder hacer frente a los elevados cachets de artistas de primera fila, es buen momento para tirar de cantera y descubrir talentos que hasta ahora no han tenido su oportunidad.  

JALEA: A principio de temporada te vimos como pez en el agua en la producción de El Juramento de Gaztambide en el Teatro de la Zarzuela. ¿Cómo viviste tu debut en este teatro?
Damián: Guardaré un recuerdo imborrable de esta producción de El Juramento. Ya no sólo por el hecho de debutar en el Teatro de la Zarzuela -que ha sido uno de los momentos más increíbles que he vivido como artista-,  sino por la calidad humana que encontré en torno a la producción, con compañeros excelentes con los que compartí verdadera amistad en los dos meses de trabajo. 
El personaje que me tocó defender, Peralta, me fue cautivando poco a poco y con la ayuda de Emilio Sagi, lo hice mío y lo disfruté como un niño chico. Me sentí muy cómodo tanto a nivel vocal como escénico y de las ocho funciones que tuve la suerte de hacer, guardo un recuerdo global muy positivo, en el que, lógicamente, el día del debut la emoción estaba a flor de piel al ver un sueño hecho realidad. Me quedo con el cariño y la alegría mostrado por familia y amigos al verme sobre esas tablas.

JALEA: Este mes de enero presentabas en Madrid el ciclo Winterreise de Schubert; no es muy habitual que un cantante español concentre sus esfuerzos en los Lieder alemanes, ¿de dónde vino el estímulo? ¿Por qué este proyecto?
Damián: El campo del Lied era un terreno poco explorado por mí hasta que conocí a David Aijón, que es un pianista apasionado por el mundo liederístico. La verdad es que siempre me han catalogado como barítono versátil que se adapta bien a los distintos géneros y aunque bien es cierto que me centro más en el terreno operístico, para mí ha sido todo un descubrimiento adentrarme en este complicado territorio y más siendo español. Fue David quien me insistió en trabajar con mucha tranquilidad y sin ninguna presión Die Schöne Müllerin hace un par de años. 
A medida que el ciclo se iba montando y cogía forma, me fui entusiasmado con este género y aunque en un principio me mostraba algo reacio, fui poco a poco encontrándome cada vez más cómodo, hasta que nos vimos ambos con el ciclo montado. Decidimos darle salida y ofrecerlo en algunos festivales, y a lo tonto, lo hemos interpretado ya hasta en siete ocasiones con bastante éxito. Fuimos luego preparando poco a poco el Winterreise y lo presentamos en una bonita sala madrileña, gracias a la oportunidad que nos brindó Aeterna Música, resultando todo un éxito.

JALEA: Es un ciclo muy profundo, reflexivo, con un carácter desolado, ¿cómo lo planteaste tanto vocal como dramáticamente?
Damián: La verdad es que hay un antes y un después tras cantar Winterreise. Tiene tal carga emocional que tras cantarlo, te deja tan tocado... que sólo una cerveza te puede sacar de ese estado tan angustiado y devolverte a la realidad [Risas] El texto juega un papel fundamental en este ciclo y creo que ha sido más el trabajo en este aspecto que el musical, que también tiene lo suyo... Aunque no hablo alemán, he tenido que hacer un gran estudio fonético y saber perfectamente lo que digo en todo momento para poder expresar la enorme emoción que contiene el ciclo.

JALEA: Lo interpretasteis con un fortepiano, ¿qué novedades aporta esta sonoridad?
Damián: A David Aijón se le puede considerar un "friki"(en el buen sentido) del mundo de los fortepianos y es un verdadero placer y una ocasión inmejorable el poder aprovechar la oportunidad de interpretar estos ciclos con las mismas sonoridades de aquella época. El fortepiano (o "cacharrillo", como lo llamamos nosotros cariñosamente) con el que trabajamos es un Paul McNulty construido en Praga en 2008 según un modelo de Conrad Graf de 1819. El hecho de llevar este fortepiano a nuestros conciertos aporta más autenticidad y crea más atractivo hacia el público, pues no siempre tiene la oportunidad de escuchar esta sonoridad.

JALEA: ¿Habrá más proyectos futuros en el ámbito del Lied?
Damián: Después de haberme metido en esta aventura liederística he de reconocer que me ha atrapado y espero seguir dándole continuidad en la medida de lo posible. No en vano, estamos estudiando la posibilidad de montar Dichterliebe  de Schumann y en marzo interpretaremos Die Schöne Müllerin en la Fundación Juan March.

JALEA: Uno de tus próximos proyectos te llevará a Lisboa. Tus primeros pasos en esta ciudad fueron cantando la Misa Solemne de Rossini y parece que se ha establecido un vínculo especial con su público…
Damián: Pues sí, la verdad es que estoy muy contento por esta nueva oportunidad que se me presenta en tierras portuguesas. El pasado año tuve la suerte de participar en el Festival Terras sem sombra cantando la Pequeña Misa Solemne de Rossini junto a María Bayo y María José Montiel, entre otros, y el destino me trae de nuevo por estos lares tras hacer una audición en el Teatro Sao Carlos de Lisboa para el rol de Giorgio Germont de La Traviata.

JALEA: Cantar Verdi, y sobre todo La Traviata en un templo como el Sao Carlos que ha vivido veladas históricas supongo que intimida un poco…
Damián: Ciertamente intimida. Sólo por el hecho histórico de aquella grabación de Callas y Kraus en la misma ópera, el nivel de responsabilidad aumenta enormemente. Pero bien es cierto que si el teatro ha decidido contratarme tras escuchar mi audición, me llena de tranquilidad la confianza que han depositado en mí y me motiva una barbaridad la oportunidad. Se puede decir que será éste mi debut operístico en un gran rol y en un gran teatro. Estoy muy ilusionado y espero dar lo mejor de mí.

JALEA: ¿En qué género te encuentras más cómodo? ¿Qué encargo estás deseando que se presente sobre la mesa?
Damián: Me encuentro cómodo en casi todos los géneros, aunque bien es cierto que me centro más en la ópera y es ahí donde quizás pueda desarrollar mi instrumento al máximo. El oratorio, la canción y la zarzuela, siempre las tengo a mano en mi repertorio. Si tuviera que elegir un rol para cantar en el futuro diría Rigoletto, que aunque es mi preferido, sé que aún me quedan algunos años para abordarlo. En un futuro más inmediato, me hará mucha ilusión interpretar Germont de Traviata y siempre he querido cantar Un Réquiem alemán de Brahms.

JALEA: Hay una pregunta muy manida que pensé que nunca haría pero que podría tomar visos de realidad, ¿se puede vivir del canto? ¿Cómo hay que plantear una carrera lírica hoy en día?
Damián: Pienso que sí se puede vivir del canto, aunque esto dependerá de muchos condicionantes, tales como una buena formación vocal, elección adecuada de repertorio, estar respaldado por una agencia competente que vele por tus intereses y no sólo por los suyos, etc. Pero sobre todo creo que hay que ser muy persistente en la disciplina de trabajo y confiar en uno mismo, incluso cuando ves el panorama oscuro, pues si se cierra una puerta, otra seguro que se abrirá. También es manido aquello que dicen de que esta carrera es de fondo y es absolutamente cierto. Yo estoy empezando y no sé si mi carrera será larga, corta, buena o mala; de lo que sí estoy completamente seguro es que estoy luchando por trabajar en lo que más me apasiona, que es cantar.