Saioa Hernández es madrileña de pura cepa aunque tuvo
algunas de sus más importantes oportunidades en Cataluña, como el Concurso
Ausensi (en la última edición que se ha celebrado) y la interpretación de Il Pirata de Bellini en la Opera de
Sabadell, donde luego ha repetido en dos títulos más. Recientemente ha
interpretado Requiem de Verdi en el Auditorio Nacional, un compositor al que
visitará de nuevo en una gala lírica para la Opera de Tenerife, en un recital
lírico con orquesta junto al tenor Jorge de León, que tendrá lugar en el Auditorio
de Tenerife el día 8 de octubre mientras prepara su debut en El gato montés.
JALEA: Si seguimos la trayectoria de los roles que has
cantado en Sabadell, por ejemplo, uno de los teatros que mejor que te ha
acogido: Il pirata, Rigoletto y Cuentos de Hoffmann, tendríamos una visión “limitada” de tu voz,
¿cómo crees que se está desenvolviendo?
Saioa: Imogene de Il Pirata, que es un rol que se adecúa
perfectamente a mis características vocales. Los dos roles siguientes que he
interpretado
en esa casa han sido Gilda y Olympia; el primero, siempre será un
Verdi, a mi parecer para una lirico de coloratura. En este caso, acepté con
mucho gusto cantar Gilda, puesto que para mí fue un debut bastante extraño,
digamos que un poco tardío, y pensé que si no lo cantaba ahora, posiblemente,
ya nunca más me ofrecerían cantar este rol. El segundo, evidentemente, es para
una soprano ligera o lírico-ligera…
JALEA: …o como algunas veces se ha dado el caso a lo largo de
la historia del canto, para una soprano que pueda interpretar los tres roles.
Saioa: Sí. En este caso fue una petición personal de la Sra. Lacambra,
que textualmente que dijo que buscaba: "una voz grande como la tuya, pero
que sea capaz de cantar las notas escritas". Yo le dije que era
complicado, pero después de probarlo en solitario, decidí que era un reto que
podría afrontar. Ahora sé que podría cantar sin problemas los tres roles, y
esto es algo bueno.
Los roles que he interpretado en Sabadell no demuestran cómo
se está desarrollando mi voz, aunque sí podrían evidenciar avances técnicos
importantes e interesantes. Mi voz se está desarrollando más hacia lo que sería
una soprano lirico-belcantista, de roles como las reinas de Donizetti (Stuarda,
Bolena, Lucrezia Borgia), Roberto Devereux, o los Bellini grandes como Norma o
Imogene…
JALEA: … has interpretado, de hecho, muchos roles líricos: recientemente
Micaëla de Carmen en Palma de
Mallorca y en bastantes ocasiones La Traviata y Butterfly. ¿Entrarás en los Verdi más dramáticos? Parece una
progresión que te llevará allí…
Saioa: Yo puedo cantarlos, y de hecho, me son cómodos pero
hay muchas sopranos que cantan ese repertorio, y ahora mismo, estoy en un
momento de mi carrera en el que necesito centrarme en aquello que me hace
especial. Somos muchas ‘en el mercado' y hay sopranos maravillosas cantando
estas óperas. Yo creo que he dado con aquel repertorio en el que mi voz se
muestra en todo su esplendor, donde en estos momentos y con la edad que tengo llama
la atención. Creo que es mejor centrar toda mi energía y mis estudios en
especializarme en ese campo.
JALEA: En el recital que darás en la Ópera de Tenerife se
mostrará un adelanto de estos roles verdianos, aunque se trata de una gala con
orquesta, sólo con las arias.
Saioa: Así es. Por supuesto, sé que mi voz continúa
desarrollándose hacia un repertorio más pesado como Aida, Don Carlo, Aroldo,
Ernani, Trovatore… Muchas de estas arias y roles ya los he cantado, y por eso
puedo decir con seguridad que en un futuro podré debutarlos, si los teatros me
hicieran esta oferta, pero eso no quiere decir que ahora sea el momento de
darme de lleno a ellos. Creo que ahora mismo, el belcanto hace que mi voz dé lo
mejor de sí; me ayuda a que se siga desarrollando más, y al público hay que
intentar darle lo mejor de uno mismo.
JALEA: Los teatros, por lo menos en España, parecen no saber
muy bien qué hacer con voces como la tuya. Según lo que has podido percibir,
¿es una cuestión de miedo, de falta de decisión programando, o de confianza…?
Saioa: Yo creo que es una cuestión bastante compleja. Por una
parte hay miedo porque siempre es complicado dar roles importantes a alguien
joven y desconocido, y no en todos los teatros se apuesta por ello. Muchas de
las veces que he ido a audicionar, me he encontrado con respuestas tan
variopintas como: "no puedo darte nada, porque tendría que ser algo muy
especial", "si te pongo a ti a cantar este rol secundario, a quién
pongo a cantar el rol principal".
JALEA: Es un pena porque este país ha dado a algunos de los
más grandes intérpretes del repertorio belcantista…
Saioa: Sí, pero la realidad es que hay mucha confusión cuando
se habla de cuestiones vocales, canoras y de técnica del canto, precisamente
porque en España perdimos esta tradición y esta inquietud durante un periodo de
tiempo que ahora tratamos de volver a encontrar. Es algo que hay que hacer de
un modo muy cuidadoso, pues muchas veces se confunde por ejemplo el color
oscuro de una voz, con que la voz sea grande, o se confunde la 'punta' o el
'squillo' de una voz, con el hecho de que sea o no pesada. Son aspectos muy
sutiles, a veces difíciles de percibir, pero que marcan la diferencia entre si
un cantante debería afrontar uno u otro repertorio.
JALEA: ¿Dónde radica entonces el problema? ¿En los cantantes
o en quien los contrata?
Saioa: En España hay grandes voces, que no siempre quiere
decir voces grandes, pero en el mundo faltan verdaderos maestros de canto, las
voces latinas son por lo general voces con un color consistente, y un timbre
muy agradable, en las que parece que las palabras se pueden tocar, pero sin
personas que sepan qué hacer con ellas, y hablo tanto de maestros como de
directores de orquesta o directores artísticos de los teatros, el destino de
estas voces desgraciadamente, es bastante confuso.
JALEA: Has visitado los concursos de canto con cierta frecuencia
y en general con éxito: Manuel Ausensi, Jaume Aragall, Vincenzo Bellini... No
tienen, sin embargo, muy buena imagen. Al margen de la parte económica, ¿es una
experiencia que tú recomendarías a un colega cantante para su carrera?
Saioa: Absolutamente. Es cierto que a veces, son muy
desoladores. Todos conocemos casos de concursos 'amañados' y es algo que,
aunque es políticamente incorrecto de decir, está ahí. El caso es que un
concurso es siempre una oportunidad de conocer compañeros maravillosos, de
escuchar a otros colegas cantar, de medirte con ellos para saber en qué punto
te encuentras, de volver a casa con las ideas aún más claras cada año que pasa,
de ver si has mejorado, de seguir pisando tablas, de que te escuchen personas
interesantes, de recibir opiniones sobre lo que haces y de pasar repertorio.
JALEA: Ya van bastantes razones por las que merece la pena
ir…
Saioa: Está claro que hay que saber aprovecharlos. Yo no he
hecho tantos, pero por fortuna, en casi todos los que me he presentado, he
obtenido premio, excepto en los dos primeros: las primeras veces que acudes a un
concurso lo pasas mal, te sientes examinado. Yo decidí darle la vuelta a esa
sensación e intentar ir a un concurso como algo positivo, pensar en todas esas
buenas razones que pueden hacer que un concurso sea algo interesante y
divertido incluso. Ahora ya no es momento de hacer más, pero para mí,
efectivamente, ha sido una experiencia positiva, sobre todo el Manuel Ausensi
que lo ha cambiado todo para mí.
JALEA: Cuando se habla de la extensión de tu voz y de su
color tan personal que te permiten abarcar roles de vocalidad tan diversa se
termina citando a la Callas, o cuando se destaca el cariño con el que has
incorporado partes menos conocidas del belcanto, como Il Pirata, se te relaciona con Caballé. No hay duda que las comparaciones
son odiosas, ¿qué sentimiento te producen?
Saioa: El sentimiento siempre es agradable y sería una
mentira si dijese lo contrario. Hay una parte positiva y otra negativa. La
negativa es que hoy disponemos de versiones de todo tipo de cantantes de las
óperas que más nos gustan. Muchas de las cosas que aprendemos en este mundo,
como seres humanos que somos, lo hacemos por imitación, y cuando el oído se
acostumbra a escuchar algo, tiende a reproducirlo. Yo empecé a escuchar a la
Callas muy tarde precisamente por esto. Mi pareja me aconsejó que no lo hiciera,
ya que la gente decía que había algo en mi voz que recordaba a ella. El timbre
de la voz es único, particular de cada uno, igual que aquellos 'modos de hacer'
o 'defectillos' que cada uno adquiere con el tiempo. Creo que el timbre es
personal e intransferible: no se puede imitar, pero sí podemos el modo de hacer
o incluso sin querer, los defectos.
JALEA: ¿No tienes la tentación de escuchar a estas divas
cuando estudias un rol que ellas han “bordado”?
Saioa: Yo intento no escuchar ni a Callas ni a Caballé antes
de estudiar una obra, intento buscar alguna versión que vocalmente me resulte
'poco interesante', bien porque no me gusta musicalmente, o porque está cantada
por una cantante de otra vocalidad completamente diferente, para no caer en la
tentación de imitar nada. Mi voz es muy particular. Es cierto que hay similitudes
con Callas y Caballé; pero creo que más que al repertorio y vocalidad en sí, es
por tipología: voces 'raras'. Pocas veces nos recuerdan a cantantes del pasado
y nunca me compararás con Rosa Ponselle, a pesar de ser la cantante que más
escucho, pero es que evidentemente ahora, se canta de otro modo y no sería
comparable.
JALEA: …en el caso de Caballé tenéis una relación fluida.
Saioa: En realidad, hablar de Montserrat, es forzosamente
hablar de su familia porque yo en realidad conocí a la Sra. Caballé gracias a
su hermano Carlos, que era jurado en el Concurso Manuel Ausensi, los dos años
que me presenté. Ya el primer año que fui segunda se interesó por mí. Me dijo
que le había recordado a Ángeles Gulín cuando canté la escena final de Il
Pirata a piano en la semifinal, y cuando gané el concurso al año siguiente, me
propuso para debutar la Norma en el Festival Bellini de Catania. Esto fue
maravilloso para mí, como puedes imaginar, pero más maravilloso fue el hecho de
que me dijera que fuera a prepararla con su hermana Montserrat a su casa
durante el mes de agosto, y así fue. A partir de ahí he conocido a gran parte de
la familia, con la que tengo sobretodo, trato telefónico y han venido a ver
varios de mis estrenos en Barcelona lo cual les agradezco eternamente. Sería
muy complicado coincidir con ellos puesto que Montserrat sigue con una
actividad frenética y Carlos también. Yo acudo todos los años a las Masterclasses
que imparte en Zaragoza y allí nos volvemos a ver. En lo que puedo le pido
consejo y ellos siempre responden de un modo maravilloso e impecable. Realmente
me han tratado como a alguien de la familia. Ella me ha enseñado cómo debe
comportarse una gran profesional.
JALEA: Me comentabas hace un momento que muchos de tus
modelos vocales son cantantes del pasado que incluso se remontan a los primeros
documentos sonoros.
Saioa: Me fascinan y tengo que admitir que, excepto unos
pocos cantantes actuales, sólo escucho cantantes del pasado. Me apasiona poder
escuchar a Rosa Ponselle, Amelita Galli-Curci, Anita Cerquetti, Conchita
Supervia o Giannina Arangi-Lombardi, que se cuentan entre mis favoritas, pero
hay cantantes de nuestro siglo que han sabido mantener esta tradición vocal,
como Caballé, Callas, Horne, Tebaldi, Sutherland... y ellas son también mi
punto de apoyo siempre. A mí me gustaría poder recuperar o incorporar más del
modo técnico e interpretativo que tenían estos cantantes que creo que se ha
perdido un poco.
JALEA: ¿Qué detectas en estas voces que te sirve de
inspiración para tu trabajo?
Saioa: Veo una constante en todos, siempre puntos en común, cosa que
hoy en día no se ve entre los distintos cantantes. Veo que el canto puro ‘sul
fiato’ hacía que las palabras se pudieran tocar y que un cantante era un
intérprete en sí a través de la música. No hacía falta verlos para percibir su
gesto de un modo emocional que traspasa esas grabaciones que nos llegan hasta
hoy. El sistema del canto casi se puede palpar con sólo oírlos, es tan
natural... No quiero decir que hoy en día no haya cantantes en los que se
puedan percibir estas dotes. Y tampoco quiero decir que la interpretación
dramática sea innecesaria. Al contrario. Pero hoy en día se hace demasiado para
interpretar lo que ya está escrito, y a veces menos es más, y para mi, en
cuanto a la interpretación y el sistema del canto, esta es una regla básica.
Hay que volver siempre al principio y a lo básico: el aire y la palabra.
JALEA: Se habla mucho del estilo… (risas ;-) Aunque muchos te
catalogarían como una fuerza de la naturaleza, me consta que haces un trabajo
exhaustivo, tanto técnico como de fraseo y del color que quieres buscar…
Saioa: He de reconocer que tengo una fijación casi obsesiva
con el estilo. He interpretado roles muy diferentes de registros completamente
dispares. Lo cierto es que, aunque está claro que no se debe cantar todo en un
mismo momento, como ya he puntualizado antes, a veces lo hacemos, porque de
momento, es lo que tenemos, y otras veces lo hacemos, porque creemos que de
verdad lo podemos hacer bien. Yo creo que si he podido afrontar roles tan
dispares como Suor Angélica, Olympia o Fiordiligi, obteniendo una positiva crítica
en todos ellos, es porque me he fijado anteponer la fidelidad al estilo que
cantaba en cada momento. Tengo un instrumento, que la naturaleza me ha dado,
que puede abarcarlos pero además decidí que si lo tenía que hacer, el mejor
modo de hacerlo era intentar que todo sonara como tenía que sonar si lo cantara
un especialista en ese repertorio sin traicionar mi vocalidad.
JALEA: ¿Cómo se acomete, por ejemplo, Norma, un personaje
podríamos decir “de madurez”?
Saioa: Siempre digo que Norma me ha llegado con un mes de
antelación. El año 2009 fue para mí muy importante. Dejé de estudiar con mi
anterior maestro y mi voz comenzó a madurar, y cada mes se producían cambios
que había que afrontar en medio de varias producciones y casi sin descanso: el
debut de Norma e Imogene fue prácticamente seguido... Aquí es donde tuvieron
mucho que ver las enseñanzas de la Mª Caballé. Norma es un personaje muy
complejo interiormente, es sobre todo, madre. Montserrat me dijo: "no la
transformes en una bruja, no es Medea, es una madre traicionada, pero una madre
que ama", y ese fue mi punto de partida para afrontar el estudio del rol,
cambió todo mi punto de vista, que en ese momento y por la juventud supongo,
era demasiado enérgico y heroico.
Saioa: Desgraciadamente, a pesar de que estuve un mes en Catania,
casi todos los ensayos los hacía June Anderson, que estaba en el otro cast, por
lo que mi tiempo de ensayo fue mínimo y todos esos nervios e inseguridades
afloran. Gracias a Dios tuve unos compañeros excepcionales que se volcaron
conmigo: Gregory Kunde, Giuseppina Piunti, Lyubov Petrova y el Mº Marco
Zambelli, con quienes he coincidido más tarde en varias ocasiones. Fue muy bien
pero no pude hacerlo como yo hubiera querido. En cambio, al mes siguiente fue
todo lo contrario, estuvimos un mes preparando Imogene con el Mº Sergio
Monterisi, ensayando mañana y tarde, y puedo decir que, cuando hay tiempo de
ensayo, uno puede hacer maravillas de verdad.
JALEA: Otra ópera que habla de maternidad es Suor Angelica, un personaje que también has encarnado; al ser experiencias que vitalmente aún no has
podido sentir, ¿supone esto una limitación?
Saioa: En absoluto. Todavía no soy madre, pero esto no quiere
decir que yo no haya tenido este sentimiento. He tenido experiencias que me han
hecho vivir como una madre y poder sentir así. Cuando interpreto, afloran de
dentro de mi sentimientos que están siempre latentes, y el de
la maternidad, es
uno de esos sentimientos que nunca he podido esconder a pesar de no ser madre
aún y uno de los más recurrentes en los roles que he cantado; Imogene, Norma,
Suor Angelica, Cio Cio San... son todas madres, y son aquellos con los que más
me siento identificada. Supongo que hay cierto instinto en mi interior que
habita desde hace muchos años.
JALEA: El próximo año será tu debut en el Teatro de la
Zarzuela con una obra muy emblemática como El
gato montés de Penellá, donde se darán cita además nombres muy importantes.
¿Estás ilusionada ante esta efeméride en tu ciudad?
Saioa: Ilusionada no, es un sueño hecho realidad. Soy de las
pocas madrileñas de tres generaciones que hay en Madrid, y para mí es muy
importante el hecho de poder debutar en la Zarzuela, con un género que adoro y donde
además podrán disfrutar mis abuelas cuando vengan a verme (risas ;-). Es
cierto, para ellas es muy importante que cante zarzuela, algo que entienden y
que han vivido, y además en su ciudad. Además es curioso como el destino nos
manda señales, ya que El gato montés es una obra que desde hace mucho tiempo
quería tener la partitura y no la encontraba. Me había enamorado de la romanza,
pero no es muy conocida y casi nadie la canta, así que ya había desistido, y
mira por donde, va a ser la causante de mi debut en la Zarzuela. Estoy muy
feliz y también por debutar con grandes amigos y compañeros.
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